La mirada de la Educación Técnica en Argentina que aporta la profesora Mariela Meljin es un interesante recorrido digno de ser analizado por los docentes técnicos de todo el país. Las marchas y contramarchas en la E.T.P. (Educación Técnica Profesional), denotan la necesidad de una política de Estado dirigida a transformar a los futuros expertos en agentes de cambio social vinculados con la producción y el contexto socio político y cultura de cada región del territorio nacional. La sutileza con que se analiza el contexto histórico permite fortalecer el andamiaje de conocimientos sobre el tema proponiendo una mirada diferente que permite proyectarse al futuro.-
La E. T. P. es un verdadero elemento estratégico para el desarrollo del país ofreciendo un ámbito para el crecimiento de los ciudadanos en el mundo laboral contemporáneo. La educación secundaria técnica ha demostrado su valor e importancia en diferentes períodos de la historia Argentina teniendo sus períodos de expansión en las décadas de 1.940 y 1.950 donde abrió las puertas al surgimiento de pequeñas y medianas empresas. Luego a fines de los años “50 se manifestó con el desarrollo de empresas e industrias de mayor complejidad en escala de producción.
En esos años de oro de la E.T.P. se concibió un proceso de construcción social donde se desarrollaron mayores niveles de inclusión, permitiendo que miles de jóvenes de origen humilde formados en “la técnica” como se le llamaba, lograsen el sueño de trabajar y llegar a tener la empresa propia logrando ser propietarios de talleres de bobinados, de tornería, carpintería, emprendimientos de todo tipo desde el rubro de la construcción, metalmecánica incluyendo los proyectos agropecuarios e industriales y de servicios. La clase media Argentina se sostenía gracias a la existencia de miles y miles de “Pequeñas fábricas” dirigidas por sus propios dueños o sus hijos formados en la escuela técnica. Existen casos que han llegado hasta la tercera generación perdurando hasta nuestros días.
La escuela técnica fue una de las madres de la clase media, donde sus hijos no se conformaron en ser los dueños de pequeñas fábricas sino que se especializaron más y más tratando de lograr títulos superiores que les posibilitó ingresar a empresas de mayor nivel tanto nacionales como multinacionales, con mejores ingresos y poder de decisión.
La modalidad técnica tiene un valor estratégico para el desarrollo de un país, este trabajo desde una perspectiva objetiva sintetiza una historia abundante en instituciones, hacedores y resultados más que positivos. No obstante también aporta rica información sobre una etapa oscura entre los años ’80 y ’90, donde el proyecto político-económico orientado a la desindustrialización y a la dependencia de la tecnología importada llevó al país al deterioró de la capacidad generadora de conocimientos científico-tecnológicos de origen endógenos.-
La desaparición del CONET (Consejo Nacional de Educación Técnica); la sanción de leyes que ignoraron la modalidad, la falta de inversión estatal en dezmero de la orientación técnica viendo la educación como un gasto. El envejecimiento y deterioro del equipamiento e infraestructura. La aplicación de planes de estudios con bajo impacto sobre las verdaderas necesidades formativas de los técnicos. La falta de homologación de carácter federal. La escaza capacitación docente específica son algunas de las deudas que se generaron y hasta el día de hoy no han sido totalmente saldadas.
Hoy se vive un resurgir, o por lo menos la intención de hacer renacer la ESCUELA TÉCNICA en mayúsculas, pensando en la formación integral de los jóvenes con el objetivo de que participen en procesos productivos que posibiliten un crecimiento económico sostenido y sustentable, donde el Estado garantice, respalde y priorice la ETP con identidad propia, dentro de un país inserto en la economía global
No hay comentarios:
Publicar un comentario